El sentido del olfato y del gusto, aunque no los más importantes, aseguran la comodidad de la vida humana. Después de todo, ¿a quién no le gusta el olor del pan recién horneado? ¿El sabor de una pizza sacada de un horno de piedra hace un momento? Lamentablemente, hay situaciones en las que se pierde el olfato y el gusto o uno de los dos sentidos. ¿Qué condiciones médicas pueden causar estos síntomas? ¿Se pueden revertir estos cambios?
Falta de olfato y gusto – causas
La pérdida del gusto y el olfato puede ser temporal o permanente. Las causas comunes de la falta de olfato y gusto son las enfermedades de los senos paranasales y la nariz. Además, la pérdida de estos dos sentidos puede ser consecuencia, entre otros, de:
- infecciones del tracto respiratorio superior
- trauma craneoencefálico
- hemorragia subaracnoidea
- meningitis
- inflamación múltiple de los nervios craneales
A veces también se pueden observar alteraciones en el sentido del olfato y del gusto en personas que luchan contra enfermedades como:
- hipotiroidismo
- diabetes
- cirrosis del higado
Curiosamente, la pérdida del olfato y del gusto puede ser causada por algunos fármacos utilizados de forma crónica, por ejemplo, fármacos antiepilépticos, analgésicos, antiinflamatorios, antirreumáticos o nifedipino o diltiazem tomados por pacientes con hipertensión arterial.
Anosmia o falta de sentido del olfato
La vía olfativa es una vía complicada para transmitir información sobre el olfato por todo el cuerpo. El daño en cualquier etapa puede resultar en la pérdida del olfato.
La falta de olfato en la terminología médica se llama anosmia. Se caracteriza por la incapacidad de distinguir olores. El mecanismo patológico del problema consiste en dañar las células olfatorias, que debido, por ejemplo, a una lesión oa una infección pasada, no pueden cumplir su función.
Pérdida del olfato: ¿se puede recuperar el sentido del olfato?
En algunas situaciones clínicas, las células olfativas pueden recuperar su función. Esto se debe a que una neurona es reemplazada por una célula completamente nueva aproximadamente cada 30 días . Si no se altera el proceso de formación de nuevas neuronas, la regeneración de los nervios y el crecimiento de los cilios, es posible recuperar el sentido del olfato. Esto puede llevar mucho tiempo, hasta varios meses. No siempre es posible recuperar completamente el sentido del olfato.
Pérdida del gusto: ¿cómo funciona?
Las papilas gustativas ubicadas en la lengua nos brindan una experiencia culinaria extraordinaria. Le permiten disfrutar del sabor de las comidas que come. Estos son quimiorreceptores que envían información (a través de los nervios craneales VII, IX y X) al cerebro sobre cómo se siente el sabor al reaccionar a los químicos en los alimentos.
Entre las enfermedades relacionadas con la alteración del gusto, se distinguen las siguientes:
- ageusia – completa falta de gusto
- hipogeusion – deterioro del sentido del gusto
- hipergeusia – sensación de sabor excesivo
- disgeusia (también conocida como parageusion) – sensación anormal del gusto
Pérdida del gusto – posibles causas
Hay muchas causas potenciales de disgeusia. Vale la pena recordar especialmente lo siguiente:
- fumar
- toxinas, incluso alcohol
- ciertos medicamentos (incluyendo hormonas, antibióticos, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina)
- niveles anormales de zinc
- enfermedades otorrinolaringológicas
- infecciones del tracto respiratorio superior
- desórdenes neurológicos
Pérdida del olfato y el gusto y COVID-19
En los últimos años ha cobrado especial interés el tema de los trastornos del olfato y del gusto debido a la pandemia del COVID-19 . El virus SARS-CoV-2, a medida que se desarrolla una infección, puede provocar una pérdida o deterioro temporal del sentido del olfato y/o del gusto , que suele ser uno de los primeros síntomas de la enfermedad.
La causa de la pérdida del olfato y el gusto en COVID-19 aún no se comprende completamente. Se supone que es el resultado de una infección e inflamación que provoca la interrupción de las funciones de las células presentes en el revestimiento de la nariz y la boca. La pérdida de la función de las papilas gustativas y las células olfativas suele ser temporal. Sin embargo, puede persistir durante algún tiempo después de convertirse en una enfermedad.