tiroiditis de Hashimoto

Lo que debes saber sobre la tiroiditis de Hashimoto

La tiroiditis de Hashimoto es la causa más común de hipotiroidismo, con alrededor del 5% de la población mundial que padece esta enfermedad. Afecta a las mujeres al menos ocho veces más a menudo que a los hombres. Suele presentarse entre los 40 y los 60 años. Pero cualquier persona, independientemente de su edad, puede desarrollar tiroiditis de Hashimoto.

La tiroiditis de Hashimoto también se denomina enfermedad de Hashimoto, tiroiditis autoinmune o tiroiditis linfocítica crónica. Cuando es responsable del hipotiroidismo, los síntomas son inicialmente leves y se vuelven predominantes con el tiempo:

  • fatiga
  • aumento de peso
  • sensibilidad al frío
  • dolor articular o muscular
  • estreñimiento
  • menstruación irregular
  • problemas de fertilidad
  • problemas de memoria
  • depresión
  • hinchazón de la cara
  • aparición del bocio

Genética y Hashimoto

La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario ataca por error a las células tiroideas, como si fueran agentes nocivos. Las razones de este fenómeno no están claras, pero los factores genéticos parecen desempeñar un papel importante. Pero incluso teniendo en cuenta la genética, es posible que una persona no desarrolle hipotiroidismo a menos que esté expuesta a un factor desencadenante, como el estrés, el embarazo o una infección. Además, las personas que consumen demasiado o muy poco yodo pueden ser más susceptibles a la tiroiditis.

La tiroiditis de Hashimoto puede manifestarse de muchas maneras diferentes y los primeros síntomas pueden ser inespecíficos, lo que puede conducir a un diagnóstico erróneo. Las condiciones que pueden confundirse con la enfermedad de Hashimoto incluyen el síndrome de fatiga crónica; depresión; fibromialgia; síndrome premenstrual o síndrome intermenstrual; trastorno de ansiedad; ciclotimia, una forma de trastorno bipolar. Se realizará un examen físico para diagnosticar el bocio y otros síntomas distintivos del hipotiroidismo. También se comprueba el nivel sérico de la hormona TSH. Los niveles altos de TSH en la sangre indican hipotiroidismo. Las pruebas de anticuerpos tiroideos pueden indicar tiroiditis de Hashimoto. Pero algunas personas con hipotiroidismo no tienen estos anticuerpos.

El tratamiento de Hashimoto debe dosificarse con precisión

Si un médico diagnostica tiroiditis de Hashimoto, pero los niveles de hormona tiroidea son normales y no hay bocio, la recomendación habitual es un control cuidadoso. De lo contrario, los médicos tratan el hipotiroidismo reemplazando la hormona tiroidea faltante. Puede tomar algunas semanas para que los síntomas mejoren. Los adultos mayores y las personas con enfermedades cardíacas reciben primero una dosis pequeña, que el médico aumenta gradualmente según sea necesario. El cuerpo es muy sensible incluso a pequeños cambios en los niveles de la hormona tiroidea. Algunos medicamentos y suplementos pueden afectar la absorción del tratamiento de tiroides de Hashimoto. Entre estos:

  • antiácidos que contienen hidróxido de aluminio
  • suplementos de calcio
  • suplementos de hierro y multivitamínicos que contienen hierro
  • algunos medicamentos para reducir el colesterol
  • Sulfonato de poliestireno de sodio, que se usa para tratar los niveles altos de potasio en la sangre

Posibles complicaciones

Sin tratamiento, la tiroiditis de Hashimoto puede provocar una serie de complicaciones: colesterol alto, infertilidad, aborto espontáneo, defectos de nacimiento. Además, sin tratamiento, la tiroiditis de Hashimoto grave puede provocar insuficiencia cardíaca, convulsiones o coma (puede ser mortal). También puede estar asociado con la encefalopatía de Hashimoto, una inflamación del cerebro que causa confusión y convulsiones.

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