Los riñones son dos órganos que cumplen funciones importantes para el buen funcionamiento del organismo, entre las funciones que cumplen se encuentran: la eliminación de desechos y el exceso de agua en el cuerpo por medio de la orina.
Según los expertos, los riñones filtran alrededor de media taza por minuto de sangre, eliminando los desechos que se encuentren y el exceso de agua para producir la orina.
Existen algunas recomendaciones para el buen cuidado de estos órganos del cuerpo, entre los cuidados que hay que tener presente encontramos: consumir poca sal y tratar de evitar el consumo de alimentos procesados, también es importante no abusar de productos lácteos ya que pueden ocasionar cálculos biliares.
El consumo de frutas es importante para el buen funcionamiento de los riñones y una fruta que se destaca por favorecer el cuidado de estos órganos es la sandía, esta fruta está compuesta en un 90% por agua y tiene otras propiedades importantes ya que también es diurética y depurativa.
Por lo tanto, la sandía logra la limpieza de los tejidos y el flujo de la sangre, lo cual quiere decir, que consumirla es beneficioso para las funciones renales, la sandía es una fruta cuyo consumo debe hacerse de forma rápida ya que una vez abierta y con el pasar de los días se pueden formar toxinas que son perjudiciales para el organismo.
Cabe recalcar, que el consumo de esta fruta no suple en ningún momento las indicaciones dadas por el médico, ni los medicamentos que su médico le haya recetado para la afección renal que este presentando.
Entre las vitaminas que contiene esta fruta esta: la vitamina C, la vitamina A, también es rica en vitamina B y es una excelente fuente de vitamina B6, también resulta ser una buena fuente de magnesio y potasio.
Malos hábitos que pueden afectar la salud de sus riñones
Con el tiempo se adoptan malos hábitos que perjudican la salud y el buen funcionamiento de estos órganos tan importantes, entre los factores adversos para los riñones se tienen: consumo elevado de gaseosa, exceso de sodio, mucho consumo de cafeína, abuso con los analgésicos, consumo de bebidas alcohólicas en exceso, el consumo de alimentos altos en proteína y retener la orina.