Alergias posmodernas: prevenir es la mejor actitud

Al parecer, el confort y el desarrollo tienen su lado negativo. Por lo menos, eso es lo que parecen indicar distintas investigaciones que atribuyen a la comodidad y buen ambiente de muchas de las viviendas actuales del mundo occidental un aumento en las enfermedades alérgicas.

Las alergias son un problema de salud pública mundial. De hecho, la rinitis alérgica que es la más frecuente- acosa a una de cada diez personas y se calcula que, sólo en los Estados Unidos, hay más de cincuenta millones de riníticos.

Aunque la rinitis alérgica no es una enfermedad grave, sí afecta significativamente la calidad de vida de quienes la sufren, pudiendo ocasionar complicaciones como la respiración por la boca, sinusitis, asma y otitis con pérdida de audición y bajo rendimiento en la vida escolar por su carácter de afección crónica.

Esta afección se ha incrementado en los últimos años de manera preocupante. Una de las posibles explicaciones de esto es el grado de confort que tienen las viviendas de cierto segmento social del mundo occidental. Parece ser que los alergenos ambientales, especialmente los ácaros del polvo doméstico y los hongos atmosféricos, se multiplican más y mejor en viviendas confortables y cálidas.

Definición científica

La alergia es una reacción de disconformidad entre nuestro organismo y algunas substancias. Esto varía de una persona a otra. Sustancias que causan alergia a una persona pueden no tener el mismo efecto en otra. En conclusión, se trata de una hipersensibilidad de su organismo a determinadas substancias y agentes físicos.

La alergia se manifiesta de varias formas. Una de ellas es el prurito y urticaria. Son conocidos por los médicos como dermatitis de contacto. Es una alergia causada por contacto directo con la piel. Los elementos más frecuentes que pueden causar alergias en la piel son los relojes con correas de plástico, metal o cuero, gafas, botones de metal, y los elásticos de la ropa interior como bombachas y corpiños. Los síntomas son: inflamación acompañada de picazón, semejante a la mordida de insecto.

Vómitos, cólicos o diarreas, pueden ser reacciones de su organismo contra un tipo de alimento ingerido. Los alimentos que suelen desencadenar este tipo de reacciones alérgicas incluyen camarones, condimentos, mariscos y chocolates.

Los ojos irritados son síntomas de alergia a substancias encontradas en el aire. La secreción lacrimal es el síntoma que provoca una inflamación de la membrana conjuntiva. Los ataques alérgicos de este tipo suelen ocurrir cuando hay cambios repentinos de temperatura o niveles elevados de contaminación ambiental.

Tos y falta de aire son síntomas de alergia respiratoria. Puede ser provocada por innumerables substancias, pero la más común es el polvo, donde se encuentra el ácaro. Este síntoma desencadena el asma bronquial. Los cambios de temperatura también pueden causar este tipo de alergia.

Polvo, desinfectantes, insecticidas, perfumes son las causas más comunes de la alergia. Los estornudos constantes son las reacciones primarias del organismo contra esos alergenos antes que lleguen a los pulmones. Los estornudos son productores de mucus y producen rinitis alérgica.

Polución y Alergia

La rinitis, el asma o cualquier otro proceso alérgico puede ser agravado debido a la calidad del aire que respiramos. Desde el comienzo de este siglo, ya se había percibido la relación del cuadro alérgico, sin embargo las medidas efectivas de control ambiental sólo ganaron en importancia después de varios años. Mientras algunos médicos y pacientes están más conscientes de las condiciones ambientales, el aumento de la urbanización e industrialización está exacerbando el problema de las alergias

Varios estudios epidemiológicos demuestran que la incidencia de problemas alérgicos aumentó en las últimas dos o tres décadas y está comprobado que este aumento es consecuencia del constante incremento de la polución del aire. El incremento de la contaminación atmosférica, especialmente en las grandes ciudades y zonas altamente industrializadas, ha sido un factor que ha contribuido al aumento de las enfermedades respiratorias.

Con el empeoramiento del medio ambiente y la exposición de personas en zonas altamente industrializadas, es posible observar el surgimiento de ciertas enfermedades laborales debido a la exposición directa a agentes contaminantes.

Estos grupos son expuestos a un gran número de contaminantes ambientales de manera aguda o crónica. Las personas respiran de 10 a 15 mil litros de aire por día; cada litro contiene varios millones de partículas en suspensión, bien como compuestos orgánicos y volátiles.

Para entender mejor los efectos de la polución en las enfermedades respiratorias es preciso entender la función de la nariz en el filtrado y acondicionamiento del aire. El aire atraviesa las vías aéreas siendo purificado de sus contaminantes y acondicionado, es decir humedecido, calentado y también filtrado para llegar a los alvéolos pulmonares de modo más puro favoreciendo los intercambios gaseosos. Cuando se encuentra en la cavidad nasal, el aire es comprimido en pasajes aéreos estrechos de 2 mm.

Estos pasajes estrechos no sólo facilitan los intercambios de calor y substancias, sino que además proporcionan el contacto de los agentes contaminantes con la mucosa y los órganos linfáticos locales.

En la niñez y en la tercera edad

Las alergias constituyen un serio problema pediátrico al que se le busca una explicación hereditaria, ya que se transmite de padres a hijos dentro de las familias durante generaciones.

Aunque la mayoría de las enfermedades alérgicas se manifiestan durante la infancia, también hay un número considerable de pacientes mayores que sufren de este tipo de afecciones, más en la actualidad, cuando la longevidad ha aumentado proporcionalmente más que el crecimiento demográfico.

Uno de los trastornos alérgicos más comunes en esta etapa de la vida son las dermatitis de contacto, las cuales suelen ser causadas por la exposición prolongada de la piel a posibles alérgenos. Esto se debe a que la piel de las personas mayores tiene cambios en su capacidad para absorber diferentes alérgenos a través de la piel, como en el caso del uso de tinturas para el cabello, por ejemplo.

Como en toda enfermedad crónica como lo son las alergias, cumplir con el tratamiento es esencial para lograr el éxito del mismo. El disponer de fármacos que no interfieren en la calidad de vida del paciente que lo recibe es un factor fundamental para que éste cumpla con el tratamiento.

Los antialérgicos de segunda generación, que tienen la ventaja de poder ser utilizados por las personas que sufren de alergia sin que estos alteren sus actividades diarias representan un avance en este sentido.

Hasta la actualidad, los antialérgicos se caracterizaban por tener como uno de sus principales efectos secundarios la somnolencia. Esto los hacía inapropiados para la actividad laboral, específicamente en trabajos vinculados a los automóviles, aviones o la actividad intelectual como la escolaridad.

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