El cáncer de próstata es una enfermedad común que afecta a los hombres, donde células cancerosas (malignas) se encuentran en la próstata. Esta glándula masculina está justo debajo de la vejiga y enfrente del recto, y produce parte del líquido seminal. A medida que los hombres envejecen, la próstata puede aumentar de tamaño y causar problemas urinarios o sexuales, lo que se conoce como hiperplasia prostática benigna (BPH). Los síntomas de BPH o problemas prostáticos pueden confundirse con síntomas de cáncer de próstata.
Los síntomas que deben ser evaluados por un médico incluyen dificultad para orinar, flujo débil o interrumpido de la orina, orinar frecuentemente (especialmente en la noche), dolor o ardor al orinar, presencia de sangre en la orina, o dolor persistente en la espalda, caderas o pelvis. A menudo, el cáncer de próstata temprano no presenta síntomas evidentes, por lo que es importante realizar exámenes regulares.
El diagnóstico del cáncer de próstata implica un examen rectal y pruebas de ultrasonido para evaluar la presencia de protuberancias en la próstata. Si se detectan anormalidades, se pueden extraer células para su análisis mediante una biopsia por aguja. La etapa del cáncer, determinada por su localización o diseminación, junto con la salud general del paciente, influye en el pronóstico y las opciones de tratamiento.
Las etapas del cáncer de próstata se clasifican desde la I hasta la IV, y pueden involucrar tratamiento con cirugía, radioterapia, terapia hormonal, quimioterapia o terapia biológica, dependiendo de la extensión y localización del cáncer. Los tratamientos específicos varían según cada etapa. Las pruebas clínicas también son opciones para algunos pacientes, ya que buscan mejorar los tratamientos estándar o descubrir nuevos enfoques para el cáncer de próstata.
El cáncer de próstata es una enfermedad seria que afecta a hombres mayores, pero con detección temprana y opciones de tratamiento adecuadas, se puede gestionar de manera efectiva. La consulta regular con un médico para exámenes de rutina es fundamental para detectar y tratar cualquier anomalía en la próstata.