La rinoplastia, una cirugía estética para cambiar la forma de la nariz, es muy popular entre hombres y mujeres que buscan mejorar su apariencia. Actualmente, se busca lograr resultados naturales mediante pequeños ajustes que se integren armoniosamente con el resto del rostro y cuerpo.
En el pasado, la cirugía nasal fue crucial debido a castigos como la amputación de la nariz por ciertos delitos. Hoy en día, la cirugía busca resultados estéticos o funcionales, corrigiendo problemas respiratorios o malformaciones.
El procedimiento varía según el objetivo: estético (mejorar apariencia), funcional (resolver problemas de respiración), y reconstructivo (para accidentes o lesiones graves). La rinoplastia estética es la más común.
El enfoque actual busca cambios sutiles para mantener la naturalidad. Es importante que el paciente comunique sus expectativas y que el cirujano explique claramente las posibilidades y limitaciones.
El proceso quirúrgico puede durar alrededor de una hora y se puede realizar con anestesia local, combinada o general. Se pueden corregir diferentes aspectos de la nariz, como el tamaño, forma y función.
Después de la cirugía, el paciente puede experimentar hinchazón y hematomas, pero estos síntomas disminuyen en unas semanas. Los resultados finales se ven después de varios meses.
Existen riesgos asociados, como asimetría, irregularidades en la nariz o problemas respiratorios, aunque son relativamente bajos si se sigue un proceso adecuado con profesionales cualificados y se toman precauciones postoperatorias.