Para hacer frente a las distintas situaciones angustiantes que le plantea al paciente con HIV su complejo tratamiento, la contención psicológica es fundamental. Cuando se la incluye dentro del tratamiento integral de la infección, aporta una mejor calidad de vida.
El tratamiento de los pacientes infectados con el HIV no se limita a las terapias antirretrovirales destinadas a combatir el virus que causa el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o SIDA. Un abordaje terapéutico integral requiere indefectiblemente de la labor de psicólogos y psiquiatras especializados que contengan al paciente que enfrenta un tratamiento tan complejo como el que supone esta infección.
Para los pacientes con HIV, el apoyo psicológico tiene una gran importancia dado que esta infección (muy a nuestro pesar) está muy fuertemente ligada a la muerte. Si bien es tratable, aún no es curable y por eso esta asociación es casi instantánea.
La persona que recibe un diagnóstico de HIV positivo necesita una contención psicológica para hacer frente a muchas situaciones que le plantea el tratamiento de la infección. El diagnóstico, la aparición de los primeros síntomas, los controles periódicos y muchas otras situaciones generan una gran movilización interior que se traduce en angustia.
Tampoco hay que olvidar que sobre la infección por HIV y el SIDA pesa una fuerte carga social. La infección que causa el virus del SIDA está marcada socialmente. El miedo irracional a contagiarse genera la discriminación, la marginación y el aislamiento social de las personas infectadas.
Una mejor calidad de vida
Pero el apoyo psicológico de estas personas no sólo tiene por objetivo hacer frente a la suma de ansiedades, temores y angustias que genera su condición de HIV positivos. Mejorar la adherencia a los tratamientos es una de las metas fundamentales de los abordajes integrales.
La adherencia a las terapias antirretrovirales tiene un fuerte impacto en la respuesta del virus y en la emergencia de cepas resistentes, por eso es necesario un abordaje multidisciplinario que involucre al paciente, a los profesionales de la salud, a la familia y a los amigos para optimizar la adherencia a los tratamientos.
El apoyo psicológico de los pacientes con HIV/SIDA no sólo colabora con la adherencia, sino que también mejora los resultados del tratamiento farmacológico. Los efectos del apoyo psicológico son notables. Al paciente se lo ve mejor anímica y físicamente; el éxito del tratamiento se traduce en una mejor calidad de vida.
Trabajo en familia
El apoyo psicológico de las personas HIV positivas suele ser una de las tareas que muy frecuentemente descansan en las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), en la atención psicológica a personas que viven con HIV, según el modelo de trabajo que adoptan las distintas organizaciones no gubernamentales, se hacen tratamientos de psicoterapia individual o tareas de counseling.
El apoyo psicológico no sólo es necesario para el paciente sino también para su familia: No es solamente el problema de la persona con HIV, sino también del ambiente que lo rodea. Es por eso que en muchos lugares se trabaja con el paciente y su familia.