Los factores de transferencia fueron descubiertos en el año de 1940 por el Dr. H. Sherwood Lawrence, se trata de pequeñas moléculas, péptidos y proteínas que se derivan de los glóbulos blancos y que se encuentran involucrados en la regulación del sistema inmune.
El Dr. H. Sherwood Lawrence logro pasar la inmunidad de la tuberculosis de un organismo a otro por medio de la inyección de un extracto de glóbulos blancos y logro identificar estas moléculas como factores de transferencia, se logró experimentar que estos factores logran pasar información inmunológica de un organismo a otro, proporcionando una especie de memoria inmunológica, la cual logra que el cuerpo tenga una mejor respuesta frente a infecciones y enfermedades.
Desde entonces los factores de transferencia se vienen utilizando por medio de suplementos para el tratamiento de diferentes enfermedades incluyendo las enfermedades autoinmunes, en la actualidad no gozan de investigaciones científicas robustas que avalen su efectividad y son tema de debate científico, pero gozan de muchos testimonios de personas que afirman haberse curado de enfermedades, que no tienen un tratamiento eficaz por parte de la medicina alopática.