Depresión leve o moderada, una enfermedad común que ha sido tradicionalmente mal diagnósticada

Depresión leve o moderada, una enfermedad común que ha sido tradicionalmente mal diagnósticada

La depresión es una enfermedad común que en ocasiones el propio paciente ignora o niega el diagnóstico debido al estigma social que acarrea. También se presta a confusión por la pequeña línea que une a la depresión con la melancolía, la nostalgia y la pena.

La depresión, como toda enfermedad, es un proceso que comienza con leves indicaciones que, de no ser correctamente tratadas, derivan en un estado de padecimiento crónico y recurrente. Los síntomas generales son humor depresivo, cansancio exagerado y pérdida de la vitalidad que conlleva a reducción de actividades.

Manifestaciones clínicas:

* Disminución de atención y concentración

* Pérdida de la confianza en si mismo y sentimientos de inferioridad

* Ideas de culpa y sentirse inútil

* Perspectiva sombría del futuro

* Pensamientos y actos suicidas

* Trastornos del sueño

* Alteraciones del apetito

Síntomas comunes

* Pérdida de interés y capacidad de disfrute de antiguos placeres y ocios

* La pérdida de inactividad emocional frente a circunstancias placentarias

* Despertarse por la mañana dos o tres horas antes de los habitual

* Empeoramiento matutino del humor depresivo

* Presencia objetiva de inhibición o agitación psicomotriz

* Pérdida marcada del apetito

* Pérdida marcada de la libido

El desarrollo de un estado depresivo tiene dos posibles factores:

1. Neurobiológicos: patrón genético

2. Psicosociales: hecho de convivencia que producen insatisfacción. Por ejemplo, pérdida de seres queridos, afrentas a la autoestima, cambios significativos de status social y muchos otras situaciones.

Es importante que quede claro que el procedimiento correcto para el diagnóstico de la depresión debe ser por un especialista en área de Psicología o Psiquiatría.

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