Conoce los beneficios y riesgos de usar maquillaje

Conoce los beneficios y riesgos de usar maquillaje

Mientras que algunas mujeres utilizan el maquillaje sólo para fiestas y momentos especiales, hay quienes no salen de casa sin gastar nada en el rostro. Pero, ¿el uso de maquillaje es perjudicial? ¿Hay beneficios por llevarlo?

Cada cuerpo responde de manera diferente al maquillaje. No hay reglas porque cada piel se adapta a su propia rutina.

En cualquier caso, es un consenso entre los dermatólogos que un exceso de maquillaje puede hacer mucho daño. Por otro lado, hay artículos de belleza que incluso pueden ofrecer tratamientos para la piel. Así que todo es cuestión de estar atento a los consejos de cuidado del maquillaje y a las opciones que hay en el mercado.

Riesgos del uso de maquillaje

En exceso, la obstrucción de los poros provocada por el uso del maquillaje y el contacto constante con las sustancias químicas contenidas en las fórmulas de los productos pueden provocar cuadros de reacciones alérgicas y granos.

Lo indicado, normalmente, es descansar la piel dos días durante la semana.

Dormir con maquillaje, ni hablar. Es muy importante retirarlo con precisión para evitar el cierre de los poros. 

Los poros obstruidos (ya sea por el maquillaje, la suciedad, el exceso de sebo o la contaminación) generan un ambiente propicio para la proliferación de bacterias, que pueden causar acné.

¿Y los beneficios del maquillaje?

La función principal del maquillaje es el embellecimiento de la piel, de eso nadie tiene duda. Son productos cosméticos que se utilizan para disimular las imperfecciones y realzar las zonas del rostro que nos gustan.

Pero varias marcas apostaron hace unos años por productos con efectos que van más allá de esta “función tradicional” del maquillaje. Ya hay algunos que ofrecen tratamiento, protección y también ayudan a prevenir el envejecimiento de la piel, por ejemplo.

Normalmente, estos artículos que ya están disponibles en el mercado están enriquecidos con vitaminas, colágenos y péptidos, que pueden tratar el rostro.

Siguiendo este ejemplo, algunas marcas también apuestan ya por bases, polvos y correctores que, además de disimular imperfecciones, ayudan a tratar/prevenir problemas como el acné y los poros dilatados.

Tipos de maquillaje

Además de la versión tradicional del maquillaje, también hay versiones minerales, orgánicas y veganas. El mineral, como su nombre indica, está formulado con minerales extraídos de la naturaleza e ingredientes puros, así como con extractos vegetales y botánicos.

La orgánica es aquella en la que hay al menos un 95% de materias primas orgánicas en relación con la cantidad total de ingredientes utilizados en la composición. Puede contener componentes de origen animal, como la cera de abejas, y también puede ser una buena opción para las personas con la piel más sensible a algunos productos químicos.

Sin embargo, puede no ser tan eficaz para quienes tienen una piel muy grasa.

Ahora, el maquillaje vegano no utiliza ningún ingrediente derivado de los animales, como la miel y la leche, además de no realizar pruebas en animales. Es raro, pero algunas marcas pueden contener componentes sintéticos.

El mejor maquillaje es el que se utiliza según tu tipo de piel específico. No es posible generalizar. Cada piel tiene su propia particularidad y sólo un especialista es capaz de indicar los mejores productos.

Principales cuidados con el maquillaje

Es posible maquillarse y, al mismo tiempo, mantener el cuidado de la piel. Pero siempre es bueno dejar claro que el maquillaje no debe ser una obligación para la mujer, sino una opción.

Quienes tienen la piel grasa y son propensos al acné deben dar prioridad a los productos libres de aceite para prevenir la aparición de nuevos granos. Las que tienen la piel seca, en cambio, pueden optar por una base de maquillaje más hidratante.

Conviene recordar que, aunque el maquillaje ofrece una serie de tratamientos para la piel, no es un producto independiente, sino un coadyuvante. Antes de aplicar los productos, es importante utilizar un protector solar con FPS igual o superior a 30. Y después de usarlo, lavar bien la cara, tonificar e hidratar.

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