Los factores de transferencia actúan como moduladores del sistema inmunológico, tienen la capacidad de activar o suprimir según sea necesario, lo anteriormente dicho significa que estos péptidos pueden ayudar a que el organismo responda mejor frente a una enfermedad o infección o también puede reducir la capacidad inmune frente a enfermedades auto inmunitarias.
Tienen la capacidad de transferir inmunidad, de ahí su nombre, es decir, pueden transferir la memoria inmunológica de un donante al receptor, en otras palabras, el recetor puede adquirir la capacidad de responder frente a patógenos al cual el donante ha sido expuesto.
Sus aplicaciones clínicas se centran en el tratamiento de infecciones, alergias y enfermedades autoinmunes.