¿Cómo reintegrarse a la vida laboral y social luego de sufrir una amputación?

El enfoque de los sistemas de seguridad social para la rehabilitación de las personas amputadas es por lo general, que ésta se haga de forma integral, es decir, desde el fortalecimiento de los músculos, la adaptación a la prótesis y su reintegración al mundo laboral y social.

En la clínica de Medicina Física y Rehabilitación, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los pacientes reciben terapias físicas, psicológicas y laborales para que regresen a sus actividades normales en un promedio no mayor a seis meses.

El terapista físico Jaime Morales Olvera explicó que las amputaciones pueden ser muy variadas, algunas son originadas por accidentes, diabetes o enfermedades crónicas que deriven en un problema vascular.

Dijo que las amputaciones se realizan a diferentes niveles en los miembros superiores o inferiores, que van desde los dedos, empeine, tobillo, talón, desarticulación de la rodilla o cadera y cada una se maneja de forma distinta, pero con la finalidad de colocar una prótesis.

A cualquier nivel primero se busca fortalecer el miembro remanente con sus músculos para, después, propiciar su estiramiento con la finalidad de que tengan la elasticidad adecuada para manejar la prótesis.

Asimismo, se fortalecen los músculos del equilibrio, los cuales permiten que el paciente se levante con el miembro que tenga completo, el cual también se debe desarrollar porque sostendrá mayor peso que el de la prótesis.

Morales Olvera, quien es el terapista encargado de atender a los amputados, explicó que para la rehabilitación primero se trabaja sobre un colchón con ejercicios en las extremidades, incluyendo el muñón, con el propósito de fortalecer los músculos a través de estiramientos.

Posteriormente, los pacientes se colocan de pie para fortalecer los músculos del equilibrio y antigravitatorios, para que permanezcan de pie con el miembro que tienen más completo.

En las barras, comentó, se hacen ejercicios para que sus músculos pélvicos se fortalezcan y después, fuera de las barras, caminan con muleta, bastón o sin ninguna ayuda sobre terreno regular para darles confianza.

Además, algunos ejercicios se realizan en terrenos irregulares, como escaleras o rampas, para que los amputados aprendan a librar obstáculos en la calle.

Para este terapista, la rehabilitación no sólo depende del paciente, sino también del ortopedista, el cual debe adecuar la prótesis a las necesidades del afectado, forma y tamaño del muñón para que no ocasionen molestias al usarlo.

Esta situación de amoldar correctamente la prótesis, ocasiona que algunos pacientes tarden más de seis meses en su rehabilitación total.

En la Unidad de Medicina Física del IMSS se lleva a cabo una estrategia multidisciplinaria, donde los pacientes reciben atención psicológica para que puedan superar el trauma de perder un miembro o parte de él.

Dijo que la mayoría de los amputados son personas con diabetes e hipertensos y un porcentaje menor es de accidentados, que pierden sus miembros en accidentes de trabajo o automovilísticos.

Entrenamientos con prótesis

El terapista físico José Manuel Gómez Álvarez comentó que a las personas que se les amputa un miembro reciben entrenamiento preprotésico, protésico y postprotésico en esta unidad especializada.

El entrenamiento preprotésico busca fortalecer los músculos antigravitatorios con el objeto de que tengan resistencia similar a la de un atleta.

En el protésico al paciente se le ofrece información para que conozca su prótesis, cómo asearla, ponerla, cuidarla, quitar o modificar la colocación para que el muñón tenga un buen comportamiento dentro de la misma.

Explicó que la prótesis, cuando es de miembros inferiores debajo de la rodilla, normalmente no pesa más de tres kilos; pero al paciente, ya en la marcha, le pesa al caminar un promedio de 18 kilos, por lo que se necesita apoyar su fuerza para moverlo.

En el postprotésico se le enseña al paciente cómo comportarse con su prótesis en su área de trabajo, traslado y vida social, con el objetivo de que se reintegre de una manera normal a su vida cotidiana.

Las manos

Para las personas que pierden sus manos, dijo, existen tres etapas para su rehabilitación: sub aguda, de convalecencia y crónica.

La etapa sub aguda corresponde a los procesos de cicatrización en evolución, durante la cual es muy importante prevenir las infecciones.

En la etapa de convalecencia, que es donde la mayoría de las veces se inicia la tarea de la rehabilitación, se comienza con una movilización forzada para tratar de alcanzar los marcos de movilidad con las articulaciones de codo y antebrazo.

La etapa crónica, indicó, es cuando un paciente después de un largo proceso de rehabilitación o sin rehabilitación debe realizar una serie de movilizaciones con mayor fuerza muscular para que alcance sus marcos de movilidad.

Para ningún paciente es sencilla la rehabilitación ya que es muy dolorosa, sentenció.

Los pacientes que dejan pasar años para su rehabilitación, al comenzarla se enfrentan con un problema de artrosis, que es la fibrosidad del músculo y la gelatinización del líquido sinovial.

Para regresar a su estado líquido se necesitan realizar ejercicios muy dolorosos para poder despegar las articulaciones y darles el movimiento indispensable a sus miembros.

Gómez Álvarez comentó que, en México, las prótesis de manos tiene un costo promedio de 3,500 dólares; piernas arriba de la rodilla, 2,500 dólares y debajo de la rodilla 1,800 dólares, los cuales están muy por arriba de los sueldos promedio de la población.

Terapia ocupacional

En el área de terapia ocupacional de esta Unidad Médica, los pacientes buscan ser reintegrados al mundo laboral, por lo que se les ofrecen cursos de reparación de electrodomésticos, corte y confección, torno, soldadura, mecánica automotriz, entre otros.

Carlos Fuentes, encargado de estas actividades, comentó que el objetivo del área es que los amputados realicen sus actividades cotidianas y se les capacita en el trabajo que a ellos les interese como parte final de su rehabilitación.

Actualmente cuenta con cerca de 60 alumnos, los cuales toman sus cursos durante las ocho horas laborales señaladas por la ley, se les toma en cuenta la puntualidad y asistencia en su evaluación.

Además, en esta área se adaptan sus vehículos y utensilios usados para trasladarse, trabajar y comer, mismos que han sido usados por algunos atletas discapacitados en competencias de carácter internacional como las Olimpiadas.

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