“Casi no fumo”, “Es solo una copa de vino”, “Estoy corriendo, así puedo comer más”… A veces lo hacemos para tranquilizar nuestra conciencia, a veces, porque realmente creemos que es verdad. Hay mentiras que nos gusta decirnos a nosotros mismos que no nos ayudan.
Un poco de vino no me hará daño
Hipócrates promovió el vino como parte de una dieta saludable. En la Biblia, el Apóstol Pablo recomendaba un poco de vino para una mejor digestión. Durante la epidemia de cólera de 1892 en Hamburgo, se utilizó vino para esterilizar el agua. Hoy también parece que beber esta bebida solo tiene ventajas. Después de todo, una copa de vino tinto o blanco con comida mata la mayoría de las bacterias responsables de la intoxicación alimentaria. El vino mejora la función cerebral en mujeres mayores: científicos franceses descubrieron que las mujeres de 50 años que bebían una copa de vino al día tenían mejores resultados en tareas de lógica y acertijos.
Entonces, ¿por qué este tema está en nuestra lista de excusas poco saludables? También hay muchos ejemplos de los malos efectos del vino en el cuerpo. Puede causar rosácea. Las dosis demasiado altas y regulares de vino pueden elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer. El vino no tiene nutrientes, y también aumenta el apetito.
Debido a la cantidad de calorías y el índice glucémico de los alcoholes, el vino parece ser la opción más sensata: un vaso tiene de 80 a 105 (una botella de cerveza ligera tiene hasta 230 calorias). La investigación realizada por el Instituto Nacional Estadounidense sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo ha demostrado que incluir vino en la dieta de las personas con sobrepeso está asociado con el aumento de peso. Además, conviene recordar que los aspectos positivos para la salud se relacionan con el consumo moderado de vino.
Los hombres no deben beber más de 3-4 unidades al día, las mujeres no deben beber más de 2-3 unidades al día de manera regular. Una unidad son 10 ml de alcohol puro. 250 ml (dos copas) de vino tinto al 12 ‒ por ciento equivalen a unas 3 unidades de alcohol.
Si bebe vino regularmente, los sulfitos se acumulan en su cuerpo. Su exceso no es saludable y puede manifestarse como erupciones y picores, pero también dolores de cabeza. Beber vino todos los días tampoco es lo mejor para el hígado, que tiene que procesarlo y neutralizarlo. Si crees que dos copas de vino no le harán daño, estás equivocado: ¡el hígado necesita cuatro horas para metabolizarlo.
Estoy bien, así que no necesito hacerme una prueba médica
Si eres una de esas personas que piensan: “Estoy sano, no me duele nada, significa que no tengo nada por lo que ver a un médico y no necesito hacerme ninguna prueba”, entonces es hora de cambiarlo. Los exámenes de salud más frecuentes son los básicos de sangre y orina. Tienen la ventaja de no ser caros y sus resultados pueden ser la primera señal si algo va mal en el cuerpo.
No se trata de entrar en pánico, pero (sobre todo si tus antecedentes familiares lo indican) vale la pena hacerse un chequeo de vez en cuando, examinando el corazón, el hígado, los pulmones y las hormonas. Lo recomendable es examinar la orina una vez al año y realizarse un hemograma completo.
No fumo
Se les llama fumadores ocasionales o fumadores de fiesta. No fuman a diario. Suelen fumar un cigarrillo en compañía u ocasionalmente, por ejemplo, para beber alcohol durante una reunión con amigos.
Sin embargo, el tabaquismo ocasional, ocasional, también es peligroso para la salud. Ya sea que fume solo un poco o mucho, tiene un mayor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.
Fumar cigarrillos libera sustancias nocivas en el torrente sanguíneo que pueden contribuir a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Puedo comer chocolate porque es una fuente de magnesio.
Sí, pero… Exacto, hay un “pero”. Uno por uno: el chocolate negro debe contener al menos un 70 por ciento licor de cacao Y el cacao es igualmente bueno: tiene muchos antioxidantes, magnesio, cromo, hierro, fósforo, zinc. Como resultado, el chocolate negro mejora el estado de ánimo, la memoria, la concentración y reduce el estrés. Si piensas en salud, olvídate de los chocolates con leche y de los blancos.