Dermatitis atópica

¿Qué es?

La dermatitis atópica, también conocida como eczema, es una irritación en la piel que puede ser de corta o larga duración. Aunque es más común en los niños, cualquier persona puede padecerla. No hay cura para la dermatitis atópica, pero generalmente desaparece cuando el niño llega a los 3 años. Puede recurrir y persistir durante días, meses o años, aunque a veces desaparece por sí sola. La dermatitis atópica no es contagiosa.

Causas

Las causas exactas de la dermatitis atópica son desconocidas, pero suele afectar a personas con antecedentes familiares de esta afección o de problemas alérgicos. Los brotes pueden desencadenarse por estrés, ciertos medicamentos, calor, sudor, fiebre del heno o asma. También pueden empeorar debido a ciertos químicos o tejidos, como la lana. La dermatitis atópica tiende a ser más severa en invierno, cuando el aire interior es más seco.

Signos y síntomas

Las erupciones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. En los bebés, pueden presentarse en las mejillas, el cuero cabelludo, la parte posterior de los brazos y la parte frontal de las piernas. La piel puede estar muy picante, roja, seca y escamosa. Las erupciones suelen ser más severas en los pliegues de la piel, como los codos. También pueden aparecer pequeños bultos que parecen ampollas y que pueden romperse, supurar y formar costras. La piel puede doler al tocarla.

Con el tiempo y tras varios brotes, los bultos se secan y cambian de rojo a marrón grisáceo, y la piel puede engrosarse en las áreas afectadas.

Cuidados

Puede necesitar medicamentos para controlar la picazón. Las compresas húmedas, las cremas espesas y los ungüentos pueden ser útiles para tratar la dermatitis atópica. Si la piel se infecta debido a los rasguños, puede necesitar antibióticos. Evite permanecer mucho tiempo en el agua y nadar, ya que el agua puede resecar más la piel. Identifique y evite las actividades o elementos que desencadenan los brotes.

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