El tema de los implantes mamarios sigue siendo objeto de debate. En Estados Unidos, se ha prohibido su uso exclusivamente con fines estéticos debido a preocupaciones sobre posibles efectos negativos en la salud de las mujeres. Sin embargo, el Ministerio de Alimentos y Medicamentos, encargado de regular las prácticas médicas y farmacológicas en dicho país, respalda su uso en cirugías reconstructivas para corregir malformaciones congénitas o secuelas de accidentes automovilísticos, mastectomías y otros casos similares.
Esta medida ha generado preguntas sobre las razones de la prohibición y si los implantes representan un riesgo para la salud. No hay evidencia que vincule los implantes mamarios con un mayor riesgo de cáncer de mama. Aunque tampoco existen estudios que lo refuten.
De hecho, los implantes pueden tener un aspecto beneficioso, ya que las mujeres que los tienen suelen realizar visitas regulares al médico, lo que aumenta la posibilidad de detectar tempranamente cualquier tumor en caso de que se presente.
Antes de realizar una mastoplastia de aumento, es crucial que el cirujano plástico evalúe exhaustivamente a la paciente. Además de los exámenes preoperatorios habituales, como análisis de sangre, placa de tórax y electrocardiograma, se recomienda realizar una mamografía y/o ecografía mamaria, así como una consulta con un mastólogo o ginecólogo para autorizar la intervención.
Se sugiere realizar un examen reumatológico previo a la cirugía para detectar posibles problemas de salud que puedan influir en la recuperación postoperatoria. Hasta el momento, no se ha encontrado una conexión clara entre los implantes mamarios y el desarrollo de cáncer o enfermedades reumatológicas.
Se aconseja a las mujeres mayores de 45 años (idealmente a partir de los 40) que se realicen una mamografía de control al menos una vez al año, independientemente de si tienen implantes o no. Este examen permite detectar cualquier anomalía en una etapa temprana, lo que aumenta las posibilidades de un tratamiento exitoso.
Es importante tener en cuenta que los implantes pueden dificultar la detección de lesiones mamarias en la mamografía estándar. En estos casos, se realizan maniobras especiales para permitir una visualización adecuada de la glándula mamaria.
Además de la mamografía, se recomienda la ecografía mamaria o el par radiológico para detectar lesiones