Enfermedad por depósito de pirofosfato cálcico, Causas, diagnóstico y tratamientos

¿Qué es la enfermedad por depósito de pirofosfato cálcico?

La enfermedad por depósito de pirofosfato cálcico, antes llamada pseudogota o condrocalcinosis, es un tipo de inflamación causada por el depósito anormal de cristales de pirofosfato cálcico en el cartílago de las articulaciones. Este reumatismo se caracteriza por crisis recurrentes de dolor agudo en la misma articulación, principalmente en las rodillas.

El término pseudogota se utilizó popularmente en alusión a otra enfermedad reumática también causada por la acumulación de cristales, la gota, que, sin embargo, resulta de la concentración de partículas de urato monosódico (procedente del ácido úrico) en las articulaciones. Los cristales de pirofosfato de calcio, en cambio, proceden de la combinación de subproductos de calcio y fósforo y no parecen estar influidos por la alimentación, como ocurre en la gota.

Y es que la presencia de estos cristales provoca una intensa reacción inflamatoria en la articulación afectada, desencadenando crisis de dolor agudo que, a largo plazo, pueden provocar la degeneración de la articulación y su incapacidad para funcionar. La artritis causada por la deposición de cristales se denomina enfermedad microcristalina y suele ser más frecuente en los adultos, especialmente después de los 60 años.

Causas y síntomas de la enfermedad por depósito de pirofosfato cálcico

Los principales síntomas son el dolor y la hinchazón, especialmente en las grandes articulaciones de las rodillas, las muñecas y los tobillos. En general, afecta a una articulación a la vez, pero a veces puede manifestarse en más de una articulación al mismo tiempo. Esta condición dolorosa puede durar de días a semanas y suele ir acompañada de calor y enrojecimiento local. Sin embargo, es posible que la inflamación evolucione de forma subclínica, es decir, sin signos aparentes.

No existe una causa específica para el depósito de estos microcristales en las articulaciones. Sin embargo, en algunos casos, existe un patrón familiar de trastornos metabólicos o deficiencias de enzimas implicadas en el metabolismo del calcio y el fósforo, que pueden estar implicados en la aparición de esta enfermedad. También existe una mayor frecuencia de deposición articular de estos microcristales en pacientes con trastornos tiroideos (hipertiroidismo e hipotiroidismo) y paratiroideos, probablemente debido al papel de regulación del equilibrio del calcio en sangre que desempeñan estas glándulas.

Exámenes y diagnósticos de la enfermedad por depósito de pirofosfato cálcico

Se sospecha de esta enfermedad cuando hay recurrencia de crisis dolorosas, especialmente en la misma articulación, en pacientes mayores de 60 años. La confirmación del diagnóstico se realiza mediante el análisis del líquido contenido en la articulación afectada (el líquido sinovial), que se aspira mediante una simple punción con aguja, y puede mostrar la presencia de los cristales en el interior de la articulación.

Esta prueba puede diferenciar la enfermedad por depósito de pirofosfato cálcico de otras enfermedades reumáticas y, especialmente, de otras enfermedades microcristalinas como la gota. Otro método que puede ayudar al diagnóstico es una radiografía de la articulación afectada, que en algunos casos puede mostrar signos característicos del depósito de estos cristales en el cartílago.

Tratamientos y prevenciones de la enfermedad por depósito de pirofosfato cálcico

Desgraciadamente, todavía no existe ningún fármaco o estrategia terapéutica capaz de eliminar la acumulación de pirofosfato cálcico de la articulación. Por lo tanto, el tratamiento está dirigido a aliviar los síntomas de la inflamación en los brotes agudos, pero no puede curar las lesiones ya existentes en la articulación, generadas por el depósito de cristales.

Así, los medicamentos más utilizados en la fase aguda son los antiinflamatorios, ya sea por vía oral o por inyección local de corticoides, según la indicación médica. Asimismo, en muchos casos, el drenaje de la acumulación excesiva de líquido articular proporciona un gran alivio de los síntomas. Para evitar nuevas crisis, la medicación más utilizada es la colchicina, que, aunque no detiene la progresión de la enfermedad, ha mostrado resultados positivos. Las indicaciones para la cirugía son raras, y se limitan a los casos de incapacidad funcional, para sustituir la articulación por una prótesis. Como en muchos casos la deposición de pirofosfato cálcico se produce sin motivo conocido, todavía no existen medidas preventivas eficaces que puedan evitar la instalación de esta enfermedad.

Sin embargo, el tratamiento adecuado de las crisis y el uso de profilaxis farmacológica pueden ayudar a prevenir la recurrencia de los casos. Del mismo modo, es importante el control médico de los trastornos del metabolismo o de la tiroides y la paratiroides. Hay que añadir que el ejercicio regular y el control del peso contribuyen a la salud articular en todos los grupos de edad.

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