¿Qué es?
La recolección o trasplante de la médula ósea o de las células madres de la sangre, son procedimientos utilizados para el tratamiento de algunas enfermedades, entre ellas, el cáncer. Estos procedimientos también son conocidos como TMO (trasplante de médula ósea) y trasplante de células madres. Todas las células de la sangre se derivan de una célula original llamada célula madre. Las células madres se encuentran en la médula ósea, la cual es un tejido esponjoso ubicado en el interior de los huesos. Las células madres producen las diferentes clases de células de la sangre como son los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.
¿Cómo funciona?
Los procedimientos de recolección y trasplante de la médula ósea o de las células madres de la sangre constan de tres etapas que son: La recolección (extracción), el acondicionamiento y el trasplante (colocarlas nuevamente en su cuerpo).
La médula ósea o las células madres pueden ser recolectadas de uno de los tres diferentes tipos de personas. La médula ósea o las células madres pueden ser extraídas de su mismo cuerpo y se llama trasplante autólogo. Otra persona puede donar parte de la médula ósea o parte de las células madres. Se llama trasplante singénico cuando la persona donante es su gemelo o gemela y que es, idéntica a usted. Cuando la persona donante es otro miembro de su familia o una persona extraña, se llama trasplante alogénico.
Para la recolección de la médula ósea es necesaria la cirugía. Para evitar las molestias durante la cirugía, se utiliza la anestesia. Introduciendo una aguja en los huesos de la cadera, extraen la médula ósea del interior del hueso. La aguja se introduce varias veces para extraer la suficiente cantidad de médula ósea. El procedimiento puede demorar entre 1 y 2 horas. Luego, la médula ósea es sometida a una limpieza para remover las partículas de grasa y hueso. En caso que sea necesario, la médula ósea también puede ser tratada con radiación para eliminar las células cancerosas.
Para la recolección de las células madres, la persona donante debe ser conectada a una máquina de aféresis. Se coloca una cánula (IV) en una vena del brazo o cuello del donante. La sangre pasa a la máquina de aféresis a través de esta cánula (IV). La sangre gira dentro de la máquina para separar las células madres hacia una bolsa aparte. El resto de la sangre es devuelta al cuerpo del mismo donante a través de la cánula (IV). El donante permanece conectado a la máquina 3 o 4 horas diarias y entre 1 y 7 días. Posiblemente, las células madres son purificadas (purgadas) para remover las células madres lesionadas o destruidas.
La segunda etapa del trasplante de médula ósea o de células madres, es el programa de acondicionamiento que se hace con radiación y/o quimioterapia. Este programa de acondicionamiento elimina la mayor cantidad posible de células cancerosas. También elimina los restos de su médula ósea. Esta eliminación abre el espacio para colocar la médula ósea o las células madres trasplantadas.
La tercera etapa, es trasplantar la médula ósea o las células madres recolectadas. Este trasplante es conocido como el proceso de rescate. La médula ósea o las células madres son colocadas por vía intravenosa dentro de su cuerpo mediante una cánula (IV). Una vez dentro de su cuerpo, la médula ósea o células madres, encuentran el camino hacia el interior de sus huesos donde permanecerán y comenzarán a producir nuevas células sanguíneas. Pasarán de 2 a 4 semanas antes que las células madres comiencen a producir nuevas células sanguíneas.
Riesgos:
Existen riesgos muy serios con el trasplante de médula ósea o de las células madres. Usted puede contraer infecciones muy graves mientras su cuerpo trata de aceptar la nueva médula ósea o las nuevas células madres. Usted puede presentar cólicos abdominales, vómito o diarrea. Su presión arterial puede aumentar, puede sentir el pecho oprimido, tener el ritmo cardíaco acelerado y la respiración agitada. Así como el trasplante puede ser la salvación, también algunas personas mueren como consecuencia de las complicaciones.
Después del trasplante alogénico de médula ósea o de células madres, puede presentarse una enfermedad de rechazo causada por la lucha entre el receptor y el injerto. Esto significa que su cuerpo trata de rechazar las nuevas células madres. El rechazo causa sarpullido y úlceras en su piel, como también tirantez y rigidez de la misma. Usted puede presentar diarrea o vómito con sangre. Su hígado puede aumentar de tamaño y doler. Su boca puede resecarse y presentar ulceraciones. Sus ojos se sienten secos y arden como si tuviera arena en ellos. Los médicos le tratarán y ayudarán a disminuir los síntomas.
Usted puede morir si su cuerpo no acepta la médula ósea o las células madres. Aunque usted acepte el trasplante, el cáncer puede regresar o aparecer un nuevo cáncer. Si después de someterse al programa de acondicionamiento, se niega a recibir el trasplante de médula ósea o de las células madres, usted morirá. Si usted tiene preocupaciones o preguntas con respecto a sus medicinas y cuidados, llame a su médico.
¿Cuál procedimiento es mejor para usted?
Tanto en el trasplante de médula ósea como en el de células madres existen ventajas y desventajas. Usted y su médico trabajarán conjuntamente para escoger el procedimiento más favorable para usted. Esta elección depende de varios factores como son la clase de cáncer y su estado de salud.
Enfrentándose:
Someterse al trasplante de médula ósea o de las células madres, puede ser muy estresante. Usted y quienes le rodean pueden sentirse temerosos, disgustados, deprimidos o tristes. Estos sentimientos son normales. Hable con sus médicos, su familia o sus amigos acerca de sus sentimientos. Usted puede desear unirse a un grupo de apoyo. Este grupo es conformado por personas, que también, fueron sometidas al trasplante de médula ósea o de células madres.