Tatuajes y body piercing: el lenguaje del cuerpo

La práctica del body piercing y los tatuajes ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente entre los adolescentes y jóvenes, como una forma de expresión personal y estética. Sin embargo, más allá de las percepciones positivas que algunos puedan tener sobre estos adornos corporales, es importante comprender que también conllevan riesgos y consideraciones que deben ser tenidos en cuenta antes de decidirse por estas modificaciones.

 El tatuaje implica la introducción intradérmica de pigmento, que si es realizado por profesionales competentes, presenta riesgos bajos. No obstante, los tatuajes hechos por aficionados, como los comúnmente vistos en entornos carcelarios, pueden ser más riesgosos debido a la falta de esterilización y control adecuados.

El cuerpo humano reacciona de manera diferente a estos adornos, especialmente cuando se realizan en exceso.  Las personas que se cubren gran parte del cuerpo con tatuajes suelen tener trastornos psicológicos subyacentes, ya que estos excesos representan una forma de autoagresión que dista mucho del significado cultural que pueden tener en algunas comunidades.

Una vez que se realizan tatuajes o perforaciones, revertir estas modificaciones puede ser complicado. Si bien los tatuajes pequeños pueden ser eliminados quirúrgicamente con relativa facilidad, aquellos que cubren grandes áreas requieren procedimientos más complejos, como la resección de la piel y el uso de injertos cutáneos.

La aplicación de láser es otra opción para eliminar tatuajes, pero no garantiza resultados completos y puede ser costosa. Además, este proceso también implica ciertos riesgos y no todas las tintas reaccionan de la misma manera al láser.

Existen  complicaciones como alergias, infecciones, traumatismos y cicatrices hipertróficas como consecuencia de diversos tipos de piercings.

Para minimizar estos riesgos, es crucial seguir ciertas recomendaciones de los especialistas:

Asegurarse de tener la vacuna antitetánica.

No realizarse tatuajes o piercings si se está enfermo o con el sistema inmunológico debilitado.

Realizar estos procedimientos en piel sana, sin alergias ni enfermedades dermatológicas.

Verificar la idoneidad del profesional y las condiciones de esterilización del lugar.

Utilizar materiales adecuados y estériles.

Mantener una buena higiene antes y después del procedimiento.

Estar atento a cualquier síntoma de complicación, como inflamación, dolor o enrojecimiento, y buscar atención médica de inmediato.

La moda de los tatuajes y piercings puede ser una forma de expresión personal, pero es fundamental comprender y aceptar los riesgos asociados, así como tomar precauciones adecuadas para evitar complicaciones graves.

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