Se le considera el más puro y noble de los tés verdes y además de ser sabroso puede ayudar en la quema de grasas e incluso combatir el envejecimiento prematuro.
¿Qué es Matchá?
De origen japonés, el té tiene 800 años y ya es un éxito en los hogares y restaurantes de Europa y Estados Unidos. Además de los tés negros, blanco, verde y oolong, el polvo de matchá también procede de la planta Camellia Sinensis. Lo que diferencia a unos de otros es el método de preparación de las hojas. Y como la matchá se obtiene de las plantas más jóvenes, molidas lentamente hasta quedar reducidas a una especie de polvo muy fino, es más versátil.
Además de su rápida preparación, también puede añadirse a recetas de pasteles y tartas, frutas, batidos y zumos, lo que facilita su ingesta antes de los entrenamientos para aportar energía.
Los beneficios del té de matchá
El polvo de matcha está en el menú de todos los amantes de las novedades útiles para la pérdida de grasa extra. La hierba puede aumentar en un 25% de media la quema de calorías durante las actividades físicas por ser rica en sustancias como la cafeína y las catequinas, que estimulan el metabolismo y ayudan a perder peso.
Además, el té también tiene una gran cantidad de antioxidantes, que pueden llegar a ser hasta 70 veces más que la naranja y cinco veces más que las famosas bayas de Goji, por ejemplo. También es rica en betacaroteno (tiene nueve veces más que las espinacas) y es precursora de la vitamina A, una sustancia esencial para el organismo.
Utilizada en bebidas, tanto en infusión como en bebidas energéticas, la cafeína (un estimulante) reduce la sensación de fatiga. Así, cuando se consume en dosis bajas y de forma moderada, puede reducir la fatiga, la somnolencia y mejorar la audición, la visión, la concentración y también la coordinación motora.
¿Cómo consumir Matchá?
Para que la infusión produzca efectos positivos, se recomienda consumir al menos una taza dos veces al día, o entre 15 y 20 gramos del polvo al día. Y es bueno educar el paladar para ingerirlo, ya que su sabor a hierbas es bastante fuerte.
Sin embargo, no todo el mundo puede incluir la cafeína en su dieta. Si tiene problemas cardíacos, cambios de humor, insomnio y/o problemas gástricos, manténgase alejado del polvo de fósforo. Puede provocar ansiedad, nerviosismo, gastritis, úlceras y arritmias.