La vasectomía, antes un tema tabú, se ha vuelto cada vez más popular como método definitivo de control de la natalidad. Actualmente, los hombres consultan a médicos para obtener información detallada sobre este procedimiento.
Este método, que interrumpe los conductos deferentes para evitar la llegada de espermatozoides a la uretra durante la eyaculación, es más seguro que la ligadura de trompas. La cirugía, que dura unos 20 minutos en promedio y solo requiere un punto en el escroto, no afecta la función sexual ni causa problemas de próstata.
Durante la vasectomía, el cirujano corta y sutura los conductos deferentes, lo que no interfiere con la erección ni disminuye la cantidad de semen eyaculado. Aunque algunos mitos sugieren lo contrario, la virilidad y la capacidad sexual no están relacionadas con este procedimiento.
Es importante considerar la vasectomía como una decisión seria y discutirla en pareja. Aunque puede ser reversible en algunos casos, se recomienda verla como un método definitivo. La posibilidad de recanalización es limitada, y en caso de desear más hijos, se pueden explorar técnicas de reproducción asistida.
La cantidad de semen y la calidad del esperma no se ven afectadas por la vasectomía, ya que la mayoría de los componentes eyaculados provienen de otras glándulas. Es esencial tener en cuenta estos aspectos al decidir el método anticonceptivo más adecuado para la pareja, considerando los riesgos y beneficios de cada opción. Consultar a un especialista puede ser de gran ayuda para tomar una decisión informada.